[:es]La compañía Lizt Alfonso Dance Cuba (LADC) compartirá hoy en redes sociales su exitoso espectáculo Fuerza y Compás, que le abrió puertas en muchos países del mundo.
La puesta expone el sincretismo de las raíces española y africana en la cultura de este país, originadas por la colonización española y la introducción en la isla de esclavos provenientes de África.
El espectáculo consiguió que se convirtiera en la primera agrupación danzaria de Cuba en protagonizar una temporada estable en el New Victory Theatre de Broadway, en Estados Unidos, y la ha llevado a los cinco continentes.
La directora de la compañía, Lizt Alfonso, fue la autora de la mayoría de las coreografías y presentará la obra de manera virtual –desde los perfiles en las redes sociales de LADC- y en diálogo con el músico Reynier Mariño y bailarinas que protagonizaron la pieza.
Las exigencias de Fuerza y Compás son múltiples: demanda una base sólida de ballet clásico, soltura en la danza española y el flamenco, conocimiento de estilos contemporáneos, y desenvolvimiento en el baile folclórico, ninguno de ellos visto como género puro.
De modo que este espectáculo, que comenzó a gestarse en 1999, muestra el estilo distintivo de la compañía, denominado precisamente “fusión” pues en él confluye la danza toda.
Además, obliga a las artistas a usar castañuelas, a bailar con abanicos, a pararse en puntas y taconear como si fuese detalle sencillo; incluso, en uno de los cuadros dos danzantes irrumpen en escena con batas de cola y el reto de desplazarse con virtuosismo.
Igualmente, dispone de un cuadro en el que las raíces hispanas y africanas de la cultura dialogan mediante los tacones españoles y las chancletas de palo, tan populares en Cuba en los siglos XIX y XX, y que al ser asumidas por muchos aquí –sin distinción de origen o raza- pueden considerarse un símbolo del sincretismo.
Fuerza y Compás es obra de una intelectual con muchas luces y buen gusto, y amén de haber sido interpretado ya por distintas generaciones cada una consigue dotar de gracia las secuencias y alcanzar la organicidad característica de LADC desde la cuna.
Muchos aplausos merecen los diseños de vestuario de Eduardo Arrocha, Ricardo Reymena, Erick Grass y la propia directora, Alfonso; los diseños de luces de Juan Carlos Coello y Alejandra Escobedo; pues aportan al disfrute estético y la galanura.
El espectáculo se enriquece por la interpretación en vivo de bellas composiciones musicales de los cubanos Ernesto Lecuona, Reynier Mariño, Denis Peralta, Yuniel Rascón, Yordanys O’ Reilly y Juan Pablo Solas.
Liliet Rivera y Yanet Rodríguez apoyaron a Alfonso en momentos coreográficos de Fuerza y Compás, cuyo andar exitoso por los escenarios del mundo y su cualidad de vitrina histórica de las raíces culturales de la nación le confieren categoría de clásico.
Tomado de: Prensa Latina [:]